Conduciendo me siento libre. Escapo de la ciudad, dirigiéndome hacia una fingida soledad. Bajo la ventanilla de mi Moustag, modelo 1988; y el aire pronto alborota todo el interior del vehículo. No me importa. Quizás eso es lo que menos importancia tiene.
Observo como las líneas discontinuas se transforman en una estrecha solución de continuidad blanquecina, demasiado veloz para ser observada con detenimiento. Me planteo este último pensamiento. Todas las ocasiones en las que he pasado sobre estas carreteras viejas y olvidadas. Recuerdo perfectamente cada matiz de las líneas sobre las que he decidido conducir. Giro el volante unos centímetros a mi derecha, y compruebo como ya no puedo ver el blanco por el retrovisor. Esto me reconforta.
Mi nombre es Everleed Jones Junior. Mi destino es que jamás conozcáis nada más que esto acerca de mi identidad. Es duro de admitir, pero con el tiempo he aprendido a sobrellevarlo. Actualmente vivo en París, rodeado de los mismos desazones que pueden resultarle desagradable a cualquiera que se mantenga cuerdo.
La humanidad es una gran secta con distintas habitaciones. Las religiones se encargan de decorarlas conforme cada cual haya aprendido a creer en ellas. No creo en este tipo de protección. Sólo confío en mi mismo. Por eso estoy sólo. Conduciendo hacia la nada, completamente solo.
Un atisbo de tristeza se cuela entre la euforia del momento. El entusiasmo causado por poder respirar un aire diferente a toda esa escoria con la que convivo, pronto es neutralizado por mis propia mente podrida. Recuerdo vagamente los rostros de quiénes hoy he salvado. A decir verdad, apenas sabría distinguirles de una mancha de café en una servilleta sucia. El padecer prosopagnosia no me lo pone nada fácil. Un transtorno psicológico que te impide ver el rostro de la gente puede ser muy invalidante. Sin embargo, de alguna manera, mi cerebro no se conformó sin más con su herencia. Me adapté, y por ello, ahora los demás tendrán que adaptarse a mí.
Me llamo Everleed Jones Junior, y se podría decir que ayudo a las personas... a encontrar sus propiso infiernos. Pronto volveré a veros. Y quizás tengáis la suerte de que no os pueda reconocer.
2 comentarios:
done!
(vigia el propios del final!;)
anda que yo también..
quería decir vigila xD
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